Home
¡Y todavía me amas!
- Details
- Written by Pedro Rodriguez
- Category: Poemas
- Hits: 382
¡Y todavía me amas!
Pedro Héctor Rodríguez
Ignorante y extraviado, cuando en el mundo vagaba;
en tu amor indescriptible, con ternura me llamabas
El día en que más hundido en el lodo me encontraba,
oí tu voz amorosa, que todavía llamaba
Y mi corazón abrí para que entrases, Jesús,
y tú trajiste a mi alma perdón, vida, paz y luz
Trajiste también poder para vencer la maldad,
y en lugar de mis pecados, me diste tu santidad
Pero a veces, insensato, tu presencia yo descuido,
y mis pecados florecen, y otra vez me siento hundido
Y en el maloliente lodo, oigo acusadora voz
que dice que no me amas, pues mi pecado es atroz
En cambio, tu voz me dice: -“Hijo, aunque tu pecado
es muy sucio y maloliente, regresa pronto a mi lado
“Tu pecado es muy atroz, pero ven arrepentido,
sin importar cuán profundo en el lodo te has hundido
Ven, mi sangre poderosa sin mancha te dejará,
y mi Espíritu, poder nuevamente te dará”
Y yo al ver tu gran amor, que con ternura me llama,
exclamo, lleno de asombro: -”¡Y todavía me amas!
“¡Y todavía me amas, a pesar de mis caídas!”
Por eso quiero entregarte mi ser entero, mi vida
Quiero gozar tu presencia de mi vida en cada instante
Quiero brindarte, indivisa, mi fidelidad constante
Y quiero decir a todos que todavía los amas
Quiero ser tu tierna voz que al pecador guía y llama
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Ven a buscarnos, Señor
- Details
- Written by Pedro Rodriguez
- Category: Poemas
- Hits: 396
Ven a buscarnos, Señor
Pedro Héctor Rodríguez
Nuestro bendito Jesús, oye este humilde clamor
que tu pueblo eleva a ti, diciéndote: ven, Señor,
que anhelamos verte pronto en tu regreso triunfal,
y con gozo inmensurable, darte feliz bienvenida
porque sufriste la muerte para otorgarnos la vida
y nos hiciste moradas en la Patria Celestial
Permite que nuestras vidas sean hermosos sarmientos,
que injertados en tu vid, reciban el crecimiento,
y den abundantes frutos, mostrando al mundo tu luz,
reflejando tu carácter con amor y abnegación,
con humildad y pureza, con santa consagración,
llevando al mundo perdido el mensaje de la cruz
Danos el precioso don de tu Espíritu, Señor
Ungenos con su potencia, arranca nuestro temor
Permítenos a tus hijos unirnos en el deber,
y unánimes y obedientes, postrarnos en oración,
pidiendo que se derrame cual lluvia de bendición,
y las almas se conviertan llamadas por su poder
Limpia, Señor, a tu pueblo, olvida nuestro pasado,
y lávanos con tu sangre, quitando nuestro pecado
Cúbrenos con tu justicia, ampáranos con tu amor
Que sea nuestro placer servirte y obedecerte
Prepáranos más y más para que podamos verte,
y cumpliendo tu promesa, ven a buscarnos, Señor
Este poema forma parte de mis libros "No desmayes, peregrino" y "Ven a buscarnos, Señor" y , los cuales pueden ser adquiridos en amazon.com
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
El ruego de Jesús
- Details
- Written by Pedro Rodriguez
- Category: Poemas
- Hits: 393
El ruego de Jesús
Pedro Héctor Rodríguez
Es vano placer del mundo negar a su Creador,
pero el fruto que cosecha es amarga desconfianza,
rencores y cruentas luchas, enfermedad y dolor;
Y esta tierra viene a ser un mundo sin esperanza
Pero en el atardecer del mundo sin esperanza
se oye una voz amorosa que dice - “Ven hacia mí
Abreme tu corazón, y de tus cargas descansa,
porque yo tengo perdón y consuelo para ti”
Es la voz del buen Jesús, que te ruega con amor
- “Ven manso y arrepentido, acepta mi salvación
Ven pronto sin vacilar, que yo te haré vencedor,
y del vicio y del pecado limpiaré tu corazón
“¿Por qué solitario estás, envuelto en lucha mortal
contra un enemigo cruel, que te asedia sin piedad?
¿Por qué pereces atado con las cadenas del mal,
si yo las puedo romper y darte la libertad?
“Piensa que este mundo sólo puede brindarte
efímeros placeres, fugaces alegrías
Y piensa que al final sólo puede premiarte
con el triste regalo de una tumba fría
“En cambio, yo he venido a ti para salvarte,
para borrar tus penas y llenarte de paz,
porque soy el camino que a Dios puede llevarte,
y entre tantas mentiras, yo soy la gran verdad
“¿Por qué no te decides? ¿Por qué estás vacilante?...
¿No ves que así desprecias mi amante invitación?...
No sigas por el mundo cual vagabundo errante
Te ruego que hoy aceptes mi eterna salvación”
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” 2 Corintios 5:20
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo.
Las herramientas y el carpintero
- Details
- Written by Pedro Rodriguez
- Category: Poemas
- Hits: 369
Las herramientas y el carpintero
Pedro Héctor Rodríguez
Basado en una fábula de autor desconocido
Estaban las herramientas en una carpintería
queriendo seleccionar quién su director sería
El martillo fue propuesto, pero surgió la objeción
de que era duro y ruidoso, y no logró aprobación
El siguiente candidato fue el afilado serrucho
Dijeron: -“Es muy cortante; no nos puede ayudar mucho”
Alguien dijo que el cepillo tenía las cualidades
-“No, porque arranca la piel con sus muy malos modales”
Fue nominada la escuadra, y se llevó a votación;
pero por ser inflexible, fue imposible su elección
Entonces, -“¿la cinta métrica?” -“No nos servirá tampoco
Con pulgadas y centímetros, intentará medir todo”
El lápiz -el marcador- fue el siguiente candidato
-“El es muy controlador, pasa la vida marcando”
-“Elijamos a la brocha”, alguien dijo entusiasmado
-“Ella es muy sucia y regona, y deja todo manchado”
Así, todas las propuestas provocaron objeción,
y de ser independientes tomaron la decisión
Cada una por su lado, no pudieron lograr nada,
y dejaron el trabajo, tristes y desanimadas
Fue entonces que el carpintero entró en la carpintería,
y empleó cada herramienta con destreza y energía
Usando la cinta métrica, tomó medidas exactas,
y con el pequeño lápiz, hizo en la madera marcas
Colocó entonces la escuadra en la posición correcta,
y usando de nuevo el lápiz, trazó las líneas perfectas
Usó entonces el serrucho para cortar lo marcado,
y alisó con el cepillo las piezas que había cortado
Para unir las piezas sueltas, las clavó con el martillo
Con la brocha dio barniz, produciendo hermoso brillo
Así, quedó terminado un excelente librero,
que usando sus herramientas, pudo hacer el carpintero
Las herramientas entonces, humildes, reconocieron
que sólo podían ser útiles en manos del carpintero
Así pasa con la Iglesia; como herramientas aisladas,
cada miembro por su lado, no podemos lograr nada
Pero Jesús, con sus manos de divino carpintero,
puede usar a cada uno con habilidad y esmero
El puede hacer maravillas con los talentos variados
que él, en su sabiduría, a cada uno ha otorgado
Pongámonos, pues, unidos, en sus manos laboriosas,
y usándonos con destreza, él hará cosas grandiosas
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo.