¿Quién es aquél?
Pedro Héctor Rodríguez
¿Quién es aquel niño que nace en Belén,
y en rústico pesebre es acostado?...
No goza del favor de los poderosos
Yace en un rincón solo e ignorado...
Mas hay un grupo de humildes pastores,
que en las noches hablan del libertador,
y hasta ellos bajan ángeles del cielo,
diciendo: -"¡Os ha nacido un Salvador!"
¿Quién es aquel adolescente imberbe
que, en el templo, sentado entre sabios,
contesta con sencillez a sus preguntas,
brotando bellas respuestas de sus labios?...
Mas cuando la ansiosa madre le halla
y exclama: - "Te hemos buscado con pesar",
cortésmente responde: - "En los negocios
de mi Padre me es necesario estar"
¿Quién es aquel joven de apariencia humilde,
que desde Galilea, se acerca al Jordán?...
No es un rabino, sino un carpintero
que quiere recibir el bautismo de Juan...
Mas ya bautizado, al salir de las aguas,
recibe del Espíritu ungimiento
Dios desde los cielos dice: - "Es mi amado
Hijo, en el cual tengo contentamiento"
¿Quién es aquél que, en árido desierto,
con oraciones y ayuno se prepara,
para poder afrontar enormes pruebas,
que el terrible futuro le depara?...
Satanás le tienta: - "Haz de estas piedras, pan",
Mas El, citando la Biblia dice: - "Atrás,
porque escrito está, no sólo de pan
vivirá el hombre, márchate, Satanás"
¿Quién es aquél que, junto a un pozo pide
a una samaritana agua que beber,
para calmar, durante algunas horas,
una sed que luego volverá a tener?...
Por eso enseña: -"Aquel que bebiere
de esta agua, volverá a tener sed,
mas al que bebiere de mi agua de vida,
ciertamente por siempre su sed saciaré"
¿Quién es aquél que no tiene una cama
donde reclinar su cansada cabeza,
poseyendo tan sólo sus vestiduras,
viviendo con humildad y con pobreza?...
Mas he aquí que a los ciegos da vista,
por su poder los demonios se espantan,
a los inválidos y leprosos cura
y a su llamado los muertos se levantan
¿Quién es aquél que sangrante agoniza
postrado en el huerto de Getsemaní
e implora: -"Si es tu voluntad, Padre mío,
que esta amarga copa pase de mí?"...
Mas emergiendo vencedor de la prueba,
decidido a pagar nuestros pecados,
dice: - "En manos de hombres pecadores,
ya el Hijo del Hombre es entregado"
¿Quién es aquél que soporta mansamente
ser azotado, escupido, vejado...
y que, víctima de horrendas calumnias,
no se defiende...permanece callado?
Mas en esto se cumple la Escritura
La oveja, ante sus trasquiladores,
ha enmudecido, no abre su boca
Es manso cordero, varón de dolores
¿Quién es aquél que, clavado en una cruz,
separado de Dios por nuestro pecado,
que sobre él ha sido puesto, exclama:
- “Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado?"...
Mas, habiendo bebido la amarga copa,
sereno, levanta al cielo la frente,
y en el instante de su postrer aliento,
- "Consumado es", anuncia triunfalmente
¿Quién es aquél que desciende al sepulcro,
dejando en los suyos tan hondo dolor,
que creen haber perdido para siempre
a su querido Guía, Maestro y Señor?...
Mas al tercer día llegan a la tumba,
y un ángel les da noticias de su amado
diciendo: - "No le busquéis entre los muertos
No está aquí porque ha resucitado"
¿Quién es aquél que sube hacia el cielo,
mientras sus discípulos le ven ascender?...
¿Es que acaso se ha ido para siempre?...
¿Se ha marchado para nunca más volver?...
Mas hay dos ángeles que, junto a ellos,
pronuncian dulces palabras de consuelo:
- "Este mismo que acaba de marcharse,
vendrá como le habéis visto ir al cielo"
¿Quién es aquél?... Es el Hijo de Dios
¡Cuánto amor insondable y profundo!
¡El Verbo del Universo hecho carne!
¡Dios hecho hombre para salvar al mundo!
Sí, es Jesucristo, el Cordero de Dios,
el justo por los injustos inmolado,
el que ahora ministra en el cielo,
como Sumo Sacerdote y abogado
El que vendrá en las nubes de los cielos,
al fuerte clarín de la trompeta final,
para llevar a sus discípulos fieles
a la esplendorosa Patria Celestial
Hermanos, preparémonos a recibir
la rica herencia de los santos en luz
El dice: - "Ciertamente vengo en breve"
Respondamos: -"Amén, ven Señor Jesús"
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Mi cumpleaños
Pedro Héctor Rodríguez
En su órbita espacial,
otra vuelta completó
mi residencia volante
Mi cumpleaños llegó
Desde que inicié mi ruta
han pasado varios años
Es mi vida una escalera
de numerosos peldaños
Gracias por cada peldaño
que con tu ayuda he subido
Gracias, Jesús, por guiarme
cuando la ruta he perdido
Hoy, la vida que me has dado
rededico a ti, Señor,
para adorarte y servirte
con gratitud, con amor
Hay compañeros de viaje
a quienes debo ayudar,
para que lleguen triunfantes
a la patria celestial
No sé cuántas vueltas más
me tocará completar
No sé cuántos más peldaños
aún tendré que escalar
Lo importante es que, con Cristo,
siga siempre caminando
Así estaré eternamente
celebrando cumpleaños
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Vivir y existir
Pedro Héctor Rodríguez
Vivir y existir no son lo mismo
Hay entre los dos un gran abismo
Basta respirar para existir
Puede hasta gozar quien sólo existe,
puede realizar grandes proyectos;
mas no por eso, realmente vive
Vive quien ama y esparce amor,
quien sirve sin buscar beneficio;
quien, por la necesidad del prójimo,
es capaz hasta del sacrificio
Vivir es mucho más que existir
Es andar en las huellas de Cristo
Es subir con él hasta el Calvario
Es a morir por él estar listo
En resumen, vivir es servir
con el amor que sólo Dios da
Quien hoy, entregado a Cristo, sirve,
con él vivirá en la eternidad
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Los momentos finales de la historia
Pedro Héctor Rodríguez
Son éstos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria
Ya pronto las trompetas, potentes, sonarán
Ya la voz de Jesús los salvados oirán,
y entonarán, triunfantes, un canto de victoria
Es necesario ahora, con fuerza pregonar
que solamente en Cristo, vida se puede hallar
Son estos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria
Es necesario ahora este mensaje dar
Es tiempo de pedir a Dios en oración
del Espíritu Santo la poderosa unción,
para ser sus testigos, y que en cada rincón
escuchen los perdidos que en Jesús hay perdón,
que su sangre nos limpia y nos da redención
Debemos elevar nuestra mirada al cielo
Debemos cultivar los más puros anhelos,
Debemos desechar los mundanos desvelos
Son éstos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria
Todos nuestros talentos debemos emplear
en la obra de Cristo que está por terminar,
para que muchas almas se puedan rescatar
de mazmorras de muerte a la gran libertad
que da Jesús ahora, y por la eternidad
Son éstos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria,
y para recibirlo, habra un pueblo obediente
Que ensalzará su ley delante de la gente
con caracteres nobles y vidas transparentes
Son éstos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria,
mas por querer privarnos de obtener la victoria,
el maligno enemigo, quien ya sabe su suerte,
lanzará en contra nuestra persecución y muerte
Pero Jesús nos llama el corazon a abrir,
porque quiere en nosotros para siempre vivir
Así del enemigo, que arremete furioso,
con su fuerza infinita, saldremos victoriosos,
para pronto gozar su regreso glorioso
Son éstos los momentos finales de la historia
Ya pronto vendrá Cristo en deslumbrante gloria,
y de lo sucio y malo no quedará memoria
Deja que Jesús entre, haz tuya su victoria,
en estos, los momentos finales de la historia
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
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