Para triunfar
Pedro Héctor Rodríguez
Para triunfar
hay que soñar
Si no soñamos,
poco logramos
Los sueños son
dulce ilusión,
divina llama
que al pecho inflama
de inspiración
para la acción
Para triunfar
hay que orar
Si no oramos,
poco logramos
En la oración
hay dirección
para saber
cómo escoger
tan sólo aquello
que es noble y bello;
porque triunfar
es fracasar
cuando es de mal
el ideal
Hay que orar
Para lograr
la bendición
y la instrucción,
la fuerza y luz
que da Jesús
Para triunfar
hay que planear
Si no planeamos
poco logramos
Hay que pensar
qué pasos dar
para llegar
El plan nos guía
traza una vía
de donde estamos
a donde vamos
Para triunfar
hay que luchar
Si no luchamos,
poco logramos
Los triunfadores
son luchadores,
son los mejores
trabajadores,
gente incansable
con paso estable,
gente de acción
y decisión
Para triunfar
hay que evaluar
Si no evaluamos,
poco logramos
La evaluación
sobre la acción
ve en qué fallamos,
y así encontramos
las correcciones
y soluciones
Para triunfar
hay que soñar,
hay que orar,
hay que planear,
hay que luchar,
hay que evaluar
Dando estos pasos
no habrá fracasos
Los seguiremos
y triunfaremos
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Tuya si eres ciudadano
Pedro Héctor Rodríguez
En el monumento a Lincoln, un niño, emocionado,
decide comprar la estatua del presidente admirado
Tomando un cuarto de dólar que en su bolsillo ha encontrado,
como pago por la estatua, lo ofrece al hombre encargado
-”Esta estatua no está en venta,” explica al niño el señor
-”pero si en venta estuviera, es mucho más su valor
“Además, la estatua es tuya porque eres americano
La estatua de Lincoln es de todos los ciudadanos”
Así pasa con la vida eterna que Cristo da
Es imposible comprarla, pues ella en venta no está
Aún si estuviera en venta, no podríamos comprarla
Sólo Cristo el Redentor pudo con sangre pagarla
Además ya pertenece a todos los ciudadanos
del reino de Jesucristo, los verdaderos cristianos
Si del reino de Jesús ya eres un ciudadano,
mantente unido con él como genuino cristiano
Así tu ciudadanía has de mantener por siempre,
y la vida de Jesús siempre va a pertenecerte
Si del reino de Jesús no eres aún ciudadano,
debes de nuevo nacer para poder ser cristiano
Nacer del agua y nacer del Espíritu también,
mas para que así suceda, debes en Cristo creer
Creer que murió por ti para pagar tus pecados
El te da arrepentimiento, y así eres perdonado
Creer que El resucitó, y vida nueva te da,
y al vivir su vida en ti, él obediente te hará
Y después que el Santo Espíritu nueva vida en ti ha engendrado;
para que nazcas del agua, tú debes ser bautizado
Bautizar es sumergir, es en agua sepultar,
ser con Cristo sepultado, y con él resucitar
Te arrepientes, te bautizas; así recibes perdón,
y para ser obediente, del Santo Espíritu el don
Naciendo de agua y Espíritu llegas a ser un cristiano,
tienes vida al ser de Cristo, y en su reino un ciudadano
Todo esto es para ti, mas tuya es la decisión
Hoy Cristo llama a tu puerta. Abrele tu corazón
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Antorcha que arde y alumbra
Pedro Héctor Rodríguez
La vida es cual senda oscura, que entre abismos serpentea
Tropezamos con las piedras ocultas por las tinieblas
Son las curvas y las piedras tentaciones, desafíos;
y los pecados y errores son caídas al vacío
Los verdaderos cristianos, con sus vidas cristalinas,
son antorchas que la senda alumbran mientras caminan
Hace falta más antorchas que iluminen el sendero,
para que muchos no caigan al abismo traicionero
Dios nos llama a ser antorchas, como fue Juan el Bautista
para, cuando Cristo vuelva, halle mucha gente lista
La antorcha, para alumbrar, necesita arder en llamas
Es el Espíritu Santo, el que con su amor la inflama
Oye, cansado viajero, que ya tanto has tropezado,
o que yaces en el fondo del abismo del pecado
Fija tus ojos en Cristo; al Santo Espíritu deja
prender el fuego divino que echa las tinieblas fuera
Y deja que el Santo Espíritu sople el fuego cada día
para que tu luz alumbre a lo largo de la vía
Para que tú sigas siendo de Cristo la antorcha ardiente
que alumbra el sendero oscuro para salvar a la gente
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Transformación
Pedro Héctor Rodríguez
¿Has visto como el gusano se convierte en mariposa,
cómo sale de alguien feo una criatura hermosa?
Es un proceso que Dios realiza con su poder,
deshaciendo lo que es feo, y formando un bello ser
Así transforma el carácter con su poder el Señor
El puede tornar en santo hasta al más vil pecador
No importa cuán feo sea tu carácter, pecador
Si tú le das el permiso, muy bello lo hará el Señor
(2 Corintios 5:17; 2 Corintios 3:18)
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
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