Eso, de ti depende
Pedro Héctor Rodríguez
Basado en una historia de autor desconocido
Vivía en la montaña, de canas coronado
Era un anciano sabio, por muchos visitado
Venían con problemas, a consultar al sabio,
y la sabiduría brotaba de sus labios
Cuando todos se iban, él solo en su montaña,
la dirección de Dios en oración buscaba
Y Dios le prodigaba mayor sabiduría,
porque sabía el Señor que más ayudaría
Y mientras ayudaba con su sabiduría,
por los pueblos vecinos su fama se extendía
Y así, día tras día, más gente lo buscaba
y él ayudaba siempre, con sus sabias palabras
Mas un joven había, vanidoso y creído,
que decidió burlarse del sabio tan querido
Con astucia planeó una treta sutil
y a jóvenes amigos, invitó a su plan vil
“Vamos a la montaña, y he de llevar conmigo,
para engañar al sabio, un pajarillo vivo
Muy bien lo ocultaré en mi puño cerrado,
y esta pregunta haré al pobre viejo sabio:
“Contesta, viejo sabio, y te diré si es cierto:
Lo que tengo en mi mano, ¿está vivo, o muerto?...
Si él dice que está muerto, sólo abriré mi mano,
y el pajarillo vivo escapará volando
"Si él dice que está vivo, mi puño apretaré
y el pajarillo muerto, arrojaré a sus pies
El pobre viejo sabio quedará confundido
Su nombre y su prestigio pasarán al olvido”
Y a la montaña fueron con un andar ligero
a ejecutar su plan, su truco traicionero
En la montaña hallaron al sabio que atendía
a los necesitados de su sabiduría
El joven vanidoso, con su puño cerrado,
al sabio preguntó, muy seguro y confiado:
-"Contesta viejo sabio, y te diré si es cierto
Lo que tengo en mi mano, ¿está vivo, o muerto?..."
Por algunos instantes, que eternos parecieron,
todos permanecieron, en un silencio tenso
esperando escuchar la respuesta del sabio,
quien, con rostro sereno, no movía sus labios
Por fin el viejo sabio rompió el silencio tenso,
con palabras muy simples, mas de un saber inmenso:
-“Eso, de ti depende”. dijo en tono pausado,
dejando a los presentes perplejos y admirados
“Eso, de ti depende”; estas simples palabras
te muestran la importancia de decisiones sabias,
porque Cristo ganó para ti vida eterna;
pero de ti depende que le abras la puerta
El ya pagó tu culpa, confiesa tu pecado
Eso de ti depende, para ser perdonado
Puedes abrir la puerta, o ignorar su llamado
Eso, de ti depende, ser perdido o salvado
Si hoy andas en la ruta que Dios te ha preparado,
o si por el contrario, deambulas extraviado;
eso, de ti depende, pues Cristo es el camino,
pero de ti depende escoger tu destino
Puedes beber, gratuita, agua pura de vida
de la fuente infinita que se abrió con su herida
Así podrás vivir con Cristo eternamente
La decisión es tuya; eso, de ti depende
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo,