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El vencedor

Pedro Héctor Rodríguez

 

Guerrera poderosa en la batalla,

consciente de su fuerza y su destreza

Su estocada al corazón nunca falla,

ni su golpe certero a la cabeza

  

Sádico monstruo que goza en ser cruel,

que a muchas de sus víctimas tortura,

a quienes con placer hace beber

la copa del dolor y la amargura

  

Con sus garras y sus fauces sangrientas,

ese animal feroz y despiadado

de sus víctimas humanas da cuenta,

cual si fueran delicioso bocado

  

¿Quién es esa enemiga formidable?

¿Quién es esa adversaria cruel y fuerte?

¿Quién esa visitante indeseable?

¿Quién esa fiera brutal?…Es la muerte

  

Ella es la visitante indeseada,

la que tarde o temprano a todos llega,

la que no debe ser inesperada,

la que aún a los más fuertes doblega

  

 Es la muerte la puerta de salida

de la choza o mansión que fue la vida

Es del partido el pitazo final

Es el silencio tras la despedida

  

Es el enemigo más poderoso

que enfrenta la débil humanidad,

que no distingue entre impío y piadoso,

que abate al humilde y al orgulloso

  

Un día esta guerrera poderosa

propinó a Jesús mortal estocada,

Riendo con carcajada espantosa,

cantó victoria en la tumba sellada

  

Dentro de su sellada sepultura,

el autor de la vida estaba inerte,

pero al notar que no se corrompía,

de su victoria ya dudó la muerte

  

Al tercer día despertó Jesús,

Latió la vida en su cuerpo inerte

La brutal enemiga fue vencida,

Condenada a morir quedó la muerte

  

Jesús, refugio del pobre mortal

Jesús, de la muerte conquistador

Jesús. dador de la vida inmortal

Acércate a Jesús, el vencedor

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

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