El drama de los siglos

Pedro Héctor Rodríguez 

 

De la brisa apacible al fiero vendaval

fue el drama de los siglos en su escena inicial

 

De la elevada cima al abismo profundo 

resbaló nuestras raza al principio del mundo

 

Del fragante jardín al fétido pantano, 

en un salto mortal, cayó el atleta humano

 

De barco en mar seguro a navío naufragado 

en un mar tormentoso, el hombre fue tornado

 

Mas Cristo el vendaval torna en brisa apacible

Cambia el guión del drama; no habrá un final horrible

 

Vino en nuestro rescate el divino alpinista

Con él, atados vamos del monte a la conquista

 

El atleta divino vino al lodo apestado

Con nosotros él salta al jardín perfumado

 

Sacando el barco hundido en el mar tormentoso, 

Jesús lo pilotea al puerto venturoso

 

El drama de los siglos tendrá un feliz final

Eterna y fresca brisa, en vez de vendaval

 

Hay señales que anuncian que el fin ya se aproxima

Del empinado monte, casi vemos la cima

 

El salto portentoso, por Cristo ejecutado, 

pronto nos llevará al jardín perfumado

 

No más navegaremos en el mar tormentoso

Con Cristo llegaremos al puerto venturoso

 

Debemos aferrarnos al Cristo victorioso

Del drama de los siglos se acerca el fin glorioso

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

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